La mejor forma de entender esta situación es creando un escenario hipotético. Para ello, vamos imaginar lo siguiente:

En nuestra empresa teníamos un empleado – João –, usuario de Ploomes, que fue desvinculado de la organización.

En su lugar vamos a contratar a la empleada María, que también será usuaria de Ploomes.

Ante este escenario, podemos tomar dos acciones distintas, que dependerán exclusivamente de la respuesta obtenida tras la siguiente reflexión:

Para mí, como gestor de la cuenta, ¿es importante y/o relevante que el historial de todas las acciones realizadas por João (registros de interacción, tareas realizadas, etc.) se conserve con su nombre?

Si la respuesta a esta pregunta es sí, tomaremos la primera acción. Si la respuesta es no, tomaremos la segunda acción.

Para que podamos preservar el historial de interacciones realizadas con el nombre de João, debemos seguir este procedimiento:

Hecho esto, continúa con la creación del nuevo usuario. Aprende cómo hacerlo aquí.

Si no es relevante conservar el historial de interacciones realizadas por João, puedes simplemente editar los datos, "transformándolo" en María.

Dicho esto, sigue los pasos a continuación:

De esta manera, como se mostró en el ejemplo anterior, las interacciones registradas por João ahora aparecerán como si hubieran sido realizadas por "María".

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